Entre los valles de Aezkoa y Salazar de la Cordillera Pirenaica, al norte de la Comunidad Foral de Navarra y flanqueada por las enormes masas pétreas de más de 1.400 metros de altitud de los montes Harsudurra, Urkulu y Okabe y sobresaliendo por encima de ellos el monte Orhi (Ori) con sus 2.021 metros, a caballo entre España y Francia aparece uno de los bosques más extensos y hermosos de Europa: La Selva de Irati, 17.000 hectáreas de bosque inalterado por el paso de los siglos.
Esta inmensa masa arbolada de hayas y abetos se coloca, en cuanto a su extensión, en el segundo lugar de Europa y en el primero más grande de España. Según sus orígenes es una zona relativamente joven, ya que solo cuenta con doce mil años de antigüedad, pero desde su formación ha tenido un aprovechamiento forestal, ganadero y cinegético importante. En un principio los árboles que poblaron estos montes fueron los robles, pero actualmente son las hayas y los abetos las especies predominantes.